En el universo del marketing, cada vez es más difícil saber dónde acaba la publicidad y empieza la comunicación. ¿Es un problema? Para nada. Más bien, es una oportunidad para hacer cosas que conecten de verdad.
Antes las agencias eran de “esto es lo mío, aquello lo tuyo”. Hoy las marcas necesitan mucho más: un mensaje coherente que suene igual en todos los canales, ya sea un anuncio, un post o un evento. La clave no está en abarcarlo todo, sino en ser capaces de contar historias que se adapten a cada formato sin perder su esencia.
Publicidad, comunicación y lo que viene
La dilución de fronteras no significa que todo valga. Es el cliente quien manda. ¿Qué necesita? ¿Dónde está? ¿Cómo se mueve? Las respuestas a estas preguntas son lo que guía la estrategia. Y aquí es donde el papel de las agencias se reinventa: ser socios estratégicos, no solo ejecutores de piezas aisladas.
Hoy el reto ya no es solo llamar la atención, sino mantenerla y convertirla en confianza. Eso implica repensar cada punto de contacto con el público: desde el diseño de una campaña hasta el copy de un email. Todo importa cuando lo que buscas es construir relaciones que perduren.
¿Qué hacemos en La Nave Nodriza?
En La Nave Nodriza, entendemos que el reto está en romper esos límites para encontrar nuevas formas de conectar marcas con personas. Porque al final, de eso se trata: ser relevantes, no ruidosos. Nos movemos entre la creatividad estratégica y el diseño de mensajes que resuenen, para que cada acción de comunicación cuente algo que importe y deje huella. De toda manera, no te hará rico, pero te hará parecerlo. Suscríbete a nuestro newsletter. No es spam, es contenido útil, directo y al grano.
Fuente: Reason Why