Si la inteligencia artificial sigue pareciéndote un concepto futurista, tenemos malas noticias: ya está aquí y está transformando todo. Y si en 2025 aún no entiendes estos cuatro conceptos, mejor ni entres en la reunión porque te van a mirar raro. Así que aquí te lo explicamos, sin tecnicismos ni tonterías.
1. Agentes inteligentes: el nuevo Google (pero sin que tengas que escribir nada)
Se acabó eso de buscar en Google como si estuviéramos en 2010. Ahora la gente quiere respuestas sin esfuerzo, y los agentes inteligentes están aquí para cumplir ese deseo. Son sistemas de IA que entienden lo que necesitas y te lo traen directamente, sin que tengas que andar buceando entre enlaces.
Según Capgemini, el 58% de la gente ya usa IA para recomendaciones de productos, cuando hace un año era solo el 25%. Es decir, cada vez más usuarios confían en que la IA les diga qué comprar, ver o leer. Esto trae consigo un nuevo concepto: la cuota de modelo, que básicamente mide cuántas veces una IA menciona tu marca en comparación con la competencia. Así que si no trabajas tu notoriedad, en 2025 puede que tu negocio ni siquiera exista en el radar de estos sistemas.
2. Destilación de conocimiento: hacer más con menos
Hasta hace poco, entrenar una IA era algo reservado para grandes tecnológicas con presupuestos infinitos. Ahora, con la destilación de conocimiento, las empresas pueden reducir el tamaño de sus modelos de IA sin perder potencia. ¿Cómo lo hacen? Básicamente, un modelo grande («profesor») entrena a uno más pequeño («estudiante»), transmitiéndole su conocimiento sin necesidad de todo el procesamiento inicial.
Esto significa que la IA se vuelve más accesible, menos costosa y más eficiente. Traducido: más empresas podrán integrar IA sin necesidad de invertir millones en servidores o energía. Un cambio radical en el panorama.
3. Razonamiento de la IA: de responder cosas a entenderlas
Las IA han sido muy buenas generando texto o imágenes, pero malas razonando. Hasta ahora. La nueva generación de modelos de lenguaje no solo responde preguntas, sino que descompone problemas, valida sus propias conclusiones y razona como un ser humano (o al menos lo intenta).
Esto hace que la IA deje de ser solo una herramienta de apoyo para convertirse en un verdadero cerebro digital capaz de tomar decisiones con criterio. Algo que cambiará radicalmente sectores como la consultoría, la planificación estratégica o la innovación.
4. Aprender a usar IA o quedarte atrás
¿Prohibimos la IA en las escuelas para que los alumnos no hagan trampas? ¿O la integramos para prepararles para el futuro? El debate está abierto, pero lo que es un hecho es que casi la mitad de los europeos (47%) ya usan la IA para estudiar o trabajar.
El problema no es si la IA va a reemplazar a la gente, sino quién sabe usarla y quién no. Porque en 2025, o entiendes cómo aprovecharla o te quedarás como esos que aún preguntan cómo adjuntar un archivo en un email.
En La Nave Nodriza, no solo estamos al día con estos avances, sino que los usamos para que nuestros clientes sigan en la ola (y no acaben como tecnología obsoleta). Si quieres que tu marca siga siendo relevante en 2025, hablamos